El fondo del Museu Abelló crece con dos nuevas adquisiciones de la Colección Nacional de Arte

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03/01/2022

El Museo Abelló, con la voluntad de seguir creciendo, añade a su colección dos obras que podrá exponer después de que las haya adquirido la Comisión de la Colección Nacional de Arte de la Generalitat de Catalunya. Se trata de una obra del artista molletano Mar Canet y otra de Isabel Banal. Estas dos obras, junto con las recientes donaciones que ha recibido el Museo, serán presentadas en una exposición en el mismo Museo Abelló.

La Colección Nacional de Arte está integrada por fondos y obras de arte de titularidad nacional, a menudo, gestionadas por instituciones como los museos nacionales y los museos registrados.

El Plan Integral de las Artes Visuales impulsa la ampliación con la adquisición de obras de artistas catalanes o vinculados al contexto de la creación contemporánea de Cataluña, a fin de nutrir las colecciones públicas.

En este sentido, desde el Museu Abelló, se propuso a la Comisión la compra de estas dos obras.

Data Shop, del colectivo Varvara&Mar. Obra del año 2017

Varvara & Mar es un dúo de artistas formado por Varvara Guljajeva y Mar Canet , que inspiran su trabajo en la época digital. En su práctica enfrentan los cambios sociales y el impacto de la era tecnológica.

El dúo de artistas ha exhibido sus obras de arte en una serie de ferias y festivales internacionales. De hecho, entre otros, Varvara & Mar ha expuesto en el MAD de Nueva York, FACT en Liverpool, Santa Monica en Barcelona, ​​Barbican y Museo en Londres, Onassis Cultural Centro en Atenas, Arts Electronica Museu en el ZKM de Karlsruhe o en el mismo Museo Abelló.

Traginadoras de Isabel Banal. Obra del año 2016

En este caso, se trata de una serie de 5 imágenes con cajas de luz.

Isabel Banal (Castellfollit de la Roca) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y desde 1990 es profesora de la Escola Massana. Centro de Arte y Diseño de Barcelona.

A partir de utensilios usuales en el campesinado y la posición de su cuerpo en el interior de éstos, el artista evoca en Traginadores el trabajo anónimo y constante de las mujeres campesinas invisibilizadas a lo largo de la Historia. Como dice el dicho, la tierra es de quien la trabaja, pero la mitad de la población que también la ha trabajado no ha quedado representada en las estadísticas que muestran a las personas dedicadas al sector primario. El Museo solicitó acoger esta obra primero por el pasado rural de Mollet, por el homenaje a estas mujeres invisibilizadas en la historia y por ser la obra de una artista.

 

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